SpaceX, las nuevas travesías espaciales

Por: | 3 de junio de 2020

La incursión del sector privado en la conquista espacial trae consigo un abanico de nuevas posibilidades, que reanuda la competencia por el desarrollo de nueva tecnología. Esto a su vez permitirá el desarrollo de nuevas industrias, crecimiento económico y nuevos empleos.

“El trampolín funciona”

 Elon Musk, fundador de SpaceX

Tras minutos de gran emoción y cierta preocupación por las condiciones del tiempo, el 30 de mayo 2020 fue el lanzamiento de la misión Demo-2 se realizó con éxito. La cápsula Crew Dragon viajo hacia la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés).

“El trampolín funciona”, se divirtió Elon Musk fundador y CEO de SpaceX. Esto ocurrió durante una conferencia de prensa al lado del administrador de la NASA, Jim Bridenstine, tras el exitoso despegue del cohete de su empresa el día anterior.

“Es una broma entre nosotros”, agregó el empresario de 48 años mientras ambos reían. En alusión a las declaraciones de Dimitri Rogozin director de la agencia espacial Rusa  en 2014; cuando afirmaba que los astronautas estadounidenses podrían tener necesidad de un «trampolín» para llegar a la International Space Station.

El CEO de SpaceX, Elon Musk se prepara para conferencia

La alusión provocó alboroto en las redes sociales rusas, con muchos “memes” y bromas ridiculizando a Rogozin. El nombre de director de la agencia espacial rusa se convirtió incluso en “tendencia” en Twitter en Rusia.

Tras el vuelo del grupo privado estadounidense SpaceXRusia ya no es el único en enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional. De acuerdo con expertos la pérdida de ese monopolio lo obligará sin duda a remodelar su programa espacial, estiman los expertos.

Houston, tenemos un mal clima

El lanzamiento de la cápsula Crew Dragon Demo-2 el 30 de mayo fue un éxito histórico. Sin embargo el histórico lanzamiento estaba programado para el miércoles 27 de mayo. Dicho intento se tuvo que posponer a 16 minutos de su lanzamiento, consecuencia de las condiciones climáticas que no ofrecían las garantías necesarias para el vuelo.

«No vamos a lanzar hoy»

«Nuestra próxima oportunidad será el sábado 30 de mayo a las 3:22 PM ET. La cobertura comenzará a las 11 AM». Escribió la NASA en su cuenta de Twitter.

Bob Behnken y Doug Hurley, astronautas a bordo del cohete Falcon 9, se encontraban listos para hacer historia en la misión Demo-2; sin embargo tuvieron que esperar tres días más antes de conseguirlo.

De no haberlo logrado el lanzamiento tendría una ultima oportunidad disponible domingo 31 de mayo, pero afortunadamente se consiguió un lanzamiento exitoso.

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Preparación

Robert Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53, ex pilotos militares tripularon ambos en dos ocasiones misiones del transbordador espacial. Estuvieron más de dos semanas en cuarentena y fueron regularmente controlados para asegurarse que no estuviesen infectados con COVID-19. Antes del lanzamiento, tenían previsto desayunar y someterse a un último chequeo médico.

Unas cuatro horas antes de partir, se pusieron los uniformes espaciales de SpaceX y se despidieron de sus esposas –ambas ex-astronautas– e hijos.

Esta vez no hubo miles de espectadores reunidos a distancia para observar el lanzamiento como es habitual, a causa de la epidemia de coronavirus.

Los astronautas luego fueron transportados hasta la rampa de lanzamiento 39A, desde donde despegó la misión Apolo 11 en 1969 con destino a la Luna; esto en un auto eléctrico Modelo X fabricado por Tesla, otra de las empresas de Musk.

Los hombres ingresaron a la cápsula, se amarraron a sus asientos con cinturones de seguridad y comenzaron los últimos preparativos.

Dos horas antes del despegue se cerro la escotilla de la cápsula y se activo el sistema de escape para ser usado en caso de una emergencia.

Los tanques de combustible del cohete fueron llenados de queroseno unos 45 minutos antes del despegue.

¿Por qué es tan importante?

Desde la retirada del programa de transbordadores espaciales en 2011, la NASA le ha estado pagando a Rusia decenas de millones de dólares; esto para enviar a sus astronautas en la nave Soyuz.

El lanzamiento de Crew Dragon desde Florida supone el primero de humanos desde territorio estadounidense en nueve años. Se ve como un paso crucial para restaurar el prestigio de EU en la carrera espacial.

Será también la primera vez que una empresa privada ponga astronautas en órbita.

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«La nueva carrera espacial»

La incursión del sector privado en la conquista espacial trae consigo un abanico de nuevas posibilidades, que reanuda la competencia por el desarrollo de nueva tecnología. Esto a su vez permitirá el desarrollo de nuevas industrias, crecimiento económico y nuevos empleos.

En 2014, la NASA concedió a SpaceX y a Boeing un total de 6.800 millones de dólares  en contratos; ello para impulsar la capacidad de Estados Unidos de volar al laboratorio orbital sin comprar asientos en las cápsulas rusas Soyuz.

La importancia de SpaceX radica en que su creador, Musk, impulsó la empresa con el objetivo de llevar personas al espacio para colonizar Marte.

Sin embargo, Musk no es el único con esa ambición. Boeing, Virgin y Blue Origin, de Jeff Bezos, también persiguen esa meta. Aunque con el reciente despegue del Crew Dragon, SpaceX ha tomado la ventaja.

Las empresas privadas son ahora grandes protagonistas de esta singular nueva era de la carrera espacial; por lo que se ha logrado algo especialmente importante: abaratar el coste de ese billete al espacio

Ir al espacio es más barato gracias a las empresas privadas

La NASA estima que gracias a esta alianza ha ahorrado 30.000 millones de dólares en el desarrollo y construcción de su nueva nave espacial.

Una cifra que analizaban en Quartz y que dejaba claro el cambio de enfoque económico en esa carrera espacial que ahora estamos viendo resurgir.

El Space Shuttle que la NASA desarrolló para todo tipo de misiones espaciales no solo tripuladas; pero acabó imponiendo riesgos claros: los trágicos accidentes de 1986 y 2003 hicieron que 14 astronautas perdieran la vida, y fueron decisivos a la hora de acabar retirando esta nave en 2011.

La NASA acabó dependiendo de la cápsula rusa Soyuz para poder llegar a la Estación Espacial Internacional; algo importante teniendo en cuenta que ya había invertido 100.000 millones de dólares en ella. 

De repente Rusia se convertía en un incómodo e indispensable socio en esas misiones espaciales. La Soyuz daba preferencia siempre a cosmonautas rusos, y el billete del viaje espacial se ha incrementado de forma notable en estos últimos años, pasando de los 20 millones de 2010 a los 80 millones de dólares en la actualidad.

Costo_por_desarrollo

La NASA tomó cartas en el asunto y comenzó a desarrollar el programa «Commercial Crew». Programa en el que daba la oportunidad a empresas privadas a desarrollar soluciones al problema. SpaceX, fundada en 2002, aprovechó la oportunidad. El cohete Falcon 9 y la nave espacial Dragon han sido el fruto de ese esfuerzo.

El coste del desarrollo de las distintas naves tripuladas usadas por la NASA ha sido dispar; pero una cosa está clara: la Crew Dragon de SpaceX es la más barata de todas ellas.

Eta gráfica muestra como a pesar del coste de esos proyectos privados que sobre todo están dedicados a los altos sueldos de los ingenieros implicados en esta tarea.

Costo_por_asiento_Viaje

Sin embargo la Crew Dragon de SpaceX ha sido especialmente asequible de desarrollar, y también lo será la Starliner de Boeing. Orion es más cara, sin duda, pero no es lo mismo poner a un humano en órbita que ponerlo en la Luna. Hay quien dice que es normal que sea más cara, pero no con esa diferencia.

El precio del billete espacial es de nuevo otro logro de la Crew Dragon. Un cambio significativo al coste que imponía el Shuttle Orbiter y que también ha logrado abaratar el coste de la Soyuz de manera sensible.

En la imagen elaborada por Quartz; se aprecia cómo la Starliner de Boeing hará que ese billete suba de precio, algo que Musk criticó tuiteando que “esto no parece estar bien”.

La estimación del precio provenía de la Office of Inspector General (OIG) de la NASA. Misma que afirmaba que en la Starliner sería de “aproximadamente de 90 millones de dólares” y de unos 55 millones de dólares para la Crew Dragon de SpaceX.

Costo_Boeing_vs_SpaceX

En Boeing no estaban muy de acuerdo con esa estimación. Dieron un argumento interesante:

«Mientras que la Crew Dragon puede llevar a siete astronautas, cuatro de ellos de la NASA; Starliner vuela con el equivalente a un quinto pasajero en carga útil para la NASA; así que el precio por asiento debería estar considerando que se usan cinco asientos”

 Incluso la NASA admitió que las estimaciones de la OIG debían tener en cuenta ese aspecto

¿Por qué SpaceX ha logrado ser más barata que la opción rusa?

Las razones que han permitido a SpaceX plantear una propuesta más barata que la que ofrecía Rusia con la Soyuz se debe a varios factores.

Uno de los más importantes ha sido el propio enfoque de SpaceX en este ámbito. Su filosofía interactiva ha permitido aprender de cada lanzamiento y pulir todos los elementos que contribuyen a perfeccionar y optimizar esas misiones.

Una clave más se trata de la capacidad de usar elementos re-utilizables. Los cohetes Falcon 9 son el ejemplo perfecto de eso. Desde que SpaceX demostró que las primeras etapas de esos cohetes eran capaces de volver a la Tierra para luego ser utilizados en posteriores misiones; dejaron claro que el coste de esos lanzamientos se reducía de forma considerable.

Crew_dragon_estructura

Es difícil hacer una estimación con exactitud del ahorro, pero se habló de un 30% de descuento con respecto a cohetes desechables. Lo que está claro es que esa primera etapa supone buena parte del coste total del cohete Falcon 9 (cerca del 75%); y poder reutilizarla hace que con cada nueva re-utilización se amortice más y más el coste de todo el lanzamiento.

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Hay otro elemento clave en esa búsqueda de soluciones lo más efectivas en coste posible: que la NASA haya delegado en empresas privada.

Lograr esos contratos con la NASA es todo un éxito. Por lo que tanto Boeing como SpaceX han tenido buen cuidado de que los costes no se disparasen.

¿Qué sigue?

Las naves diseñadas para transportar astronautas tienen que superar un proceso que garantice que pueden operar de forma segura.

El lanzamiento es, en esencia, el último paso del proceso de validación.

Una vez en órbita, Behnken y Hurley probaron el sistema de control de la Crew Dragon, los monitores y controles y los propulsores para maniobrar.

Monitorearon el sistema autónomo de acoplamiento durante la aproximación a la estación espacial; este domingo pasaron a ser miembros de la tripulación de la EEI.

En ese puesto remoto en órbita continuarán realizando pruebas en la Crew Dragon además de otras tareas relacionadas con la estación espacial.

Su viaje podría tener una extensión entre uno y cuatro meses.

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Cuando llegue el momento de regresar a la Tierra, la Crew Dragon los lanzará en paracaídas al océano Atlántico.

La cápsula y la tripulación serán recogidas por un barco llamado Go Navigator.

El proyecto «Starlink»

A través de SpaceX también se desarrolla el proyecto Starlink, un servicio de Internet satelital presentado en 2019. Este ya cuenta con más de 400 satélites funcionales en órbita y que se espera entre en funcionamiento antes de concluir el año.

La empresa espacial de Elon Musk planea lanzar su próxima misión Starlink de satélites este miércoles 3 de junio. El Kennedy Space Center anunció que el lanzamiento está planeado para las 8:55 p.m. hora del Esta desde Cabo Cañaveral, en Florida.

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El cohete Falcon 9 lleva los satélites, e intentará aterrizar en el mar, y la empresa intentará recuperar las dos mitades de la cofia del cohete. 

La misión estaba originalmente planeada a realizarse a mediados de mayo, pero fue pospuesta debido a la tormenta Arthur.

Este sería el octavo lanzamiento de un grupo de 60 satélites Starlink de banda ancha, dando un total de casi 500 satélites en órbita. La empresa espera enviar cientos de satélites más para finales de año.

La meta es proveer Internet de alta velocidad en casi cualquier parte del mundo.

El proyecto ha sido controvertido entre los científicos y astrónomos; quienes se preocupan del brillo de los satélites, que han interferido con las observaciones telescópicas del espacio.

El turismo espacial como vía de negocio ¡Pero cuidado!

Ya hablamos de cómo con el éxito de la misión Demo-2 de la NASA y SpaceX ha planteado un cambio de era para la carrera espacial estadounidense. Poder dejar de depender de la Soyuz rusa es importante, pero también lo es plantear un futuro en el que el turismo espacial sea factible.

Esa es desde luego la aparente intención de SpaceX, que tiene reservados cuatro de los siete asientos de la Crew Dragon para la NASA; pero que puede utilizar las otras tres por ejemplo para poner en órbita a turistas espaciales.

La empresa ya ha llegado a acuerdos con agencias de viajes espaciales para poner a la venta esos billetes tan singulares en el futuro, y había datos incluso que indicaban que esa opción sería usada por Tom Cruise para grabar una película en la ISS aunque eso plantea dificultades importantes.

Plantea desde luego una singular forma de amortizar la inversión de SpaceX, haciendo que esas misiones espaciales sean rentables. Es cierto que con el Shuttle se plantearon también ese tipo de propuestas, pero una de las primeras protagonistas de ese programa, Christa McAuliffe, murió en el accidente del Challenger en enero de 1986 y eso hizo que este tipo de programas se cancelaran.

Space_dragon_Elon_Musk

Aunque la intención de SpaceX parece ser la de reactivar esos esfuerzos y plantear el turismo espacial como una opción cada vez más accesible, está por ver si lo logrará. Ciertamente lograr reutilizar los cohetes Falcon 9 es un elemento destacable de esa teórica propuesta, que irá más allá si SpaceX logra con Starship ese vehículo espacial totalmente reusable.

Respuesta Rusa

El domingo, sin embargo, Rusia puso una cara valiente ante la pérdida de su monopolio de viajes espaciales y dijo que planeaba probar dos nuevos cohetes este año y reanudar su programa lunar en 2021.

“No planeamos quedarnos ociosos”, dijo el portavoz de Roscosmos, Vladimir Ustimenko.

“Ya este año realizaremos pruebas de dos nuevos cohetes y reanudaremos nuestro programa lunar el próximo año”, tuiteó.

Rusia se queda aparentemente sin un cliente clave de su Soyuz, pero la agencia espacial rusa, Roscosmos, lleva años trabajando en Orel, la sustituta de la Soyuz que inicialmente se conocía como Prospective Piloted Transport System (PPTS) y que también recibió el nombre de Federation.

Para su desarrollo y construcción se han destinado 734 millones de dólares, lo que la hace teóricamente mucho más barata que la Crew Dragon que tenía un presupuesto de desarrollo de 2.600 millones de dólares en 2014.

Se espera que Federation esté completada en 2021 y que haga sus primeros vuelos a la ISS en 2023, pero el objetivo es lograr también usarla para alcanzar la Luna en 2024 o 2025. Su desarrollo está siendo complicado, no obstante: los retrasos y las sobrecostes también han sido frecuentes en esa iniciativa, que además está teniendo problemas técnicos inquietantes con el sistema de escape del vehículo.

México y SpaceX

En todo esto, figura el nombre de un mexicano, su nombre José Fernández y es el diseñador que planeó junto con SpaceX y la NASA los trajes que Bob Behnken y Doug Hurley utilizan para la misión hacia el espacio. 

En fuerte contraste con los gruesos trajes de color calabaza y los cascos redondos de la época del transbordador espacial, los trajes de SpaceX son finos, blancos y de una pieza, con pulidos cascos impresos en 3D.

Cada uno está hecho a medida de los astronautas.

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Si se parecen en algo a elementos de una película de ciencia ficción probablemente sea porque su aspecto fue concebido por un diseñador de trajes de Hollywood,que ha trabajado en películas de BatmanX-Men y Thor.

Pero los trajes también tienen que ser prácticos: están diseñados para mantener a los astronautas con vida en caso de que haya despresurización de la cabina; es decir, ausencia de aire en el interior de la nave.

En entrevista para Bleep Magazine cuyo fragmento se retomó de la revista Forbes, el diseñador mexicano contó cómo fue el acercamiento con el empresario Elon Musk para el diseño de los trajes del SpaceX: “Ellos buscaban un traje para Elon. Tenían dos semanas para presentarle una propuesta y les dije que no podría hacerlo pero en ese lapso tal vez podría elaborar un casco”. 

Aunque la intención original era crear un casco espacial, la revista Vogue México reporta que Elon descartó a seis compañías y decidió trabajar con los diseños del mexicano. Así fue que en seis meses, Fernández trabajó en su estudio llamado Ironhead el diseño que actualmente podemos ver. 

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Según Forbes el traje consta de un modelo realizado por ingeniería inversa, es decir de un diseño de un objeto a partir de un producto ya existente. 

Las principales características que buscaron fue la funcionalidad y, por supuesto, el estilo: “Él (Elon Musk) quería que luciera con estilo. Tenía que ser práctico pero también que luciera grandioso. Te ves heroico con el traje, formar parte de este proyecto es una cosa icónica”, dijo en la entrevista

Otra singularidad de Fernández y SpaceX es que el casco fue impreso en 3D; además tienen incorporado un micrófono, así como los guantes permiten manejar la pantalla táctil de la nave. 

No cabe duda que el ingenio mexicano está presente en los mejores eventos históricos del planeta. 

Sin embargo el nombre de Musk ha ganado mayor relevancia para México pues no solo se espera implementar la tecnología Hyperloop del magnate. Esto para llevar a cabo el proyecto Mexloop que busca conectar la CDMX con Guadalajara reduciendo el trayecto de seis horas a entre 27 a 40 minutos.

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También se ha busca conseguir una inversión de Musk para abrir otra planta de Tesla en Guanajuato, aunque por el momento la mirada de Tesla apunta a Texas.

Si algo podemos aprender de todo esto es que: la adaptación tecnológica y el diseño son clave fundamental para la industria y negocios que conquistaran las nuevas fronteras, dejando huella en la historia.

Con información retomada de : BBC, Infobae y Forbes

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